Revelan el poderoso sistema con el que cápsula que estaba en el espacio redujo su velocidad de 28.100 a solo 26 kilómetros por hora antes de amerizar
Una tripulación internacional de cuatro astronautas regresó a casa en la Tierra el sábado después de casi cinco meses a bordo de la Estación Espacial Internacional. Volvieron sanos y salvos en una cápsula de la empresa SpaceX de Elon Musk.
La nave espacial, que transportaba a los astronautas estadounidenses Anne McClain y Nichole Ayers, al japonés Takuya Onishi y al cosmonauta ruso Kirill Peskov, amerizó frente a la costa de California a las 8:44 am hora local.
El regreso a la Tierra fue llevado acabo con una serie de varios paracaídas que posaron la cápsula sobre el mar, escena que se asemejó a algunas calcadas por varios videojuegos como Fortnite, Grand Theft Auto o Space Engineers, por lo que se generó expectativa por el funcionamiento de ese sistema.
Y es que la cápsula Dragon de SpaceX se desprendió de la Estación Espacial Internacional (EEI) a las 10:15 p.m. locales del viernes. Cabe resaltar que cuando estas cápsulas vuelven a entrar en la atmósfera de la Tierra, se calientan hasta 3.500 grados Fahrenheit (1.925 Celsius), según la NASA.
El reingreso atmosférico (y luego el despliegue de enormes paracaídas cuando la cápsula se acerca a la Tierra) reduce su velocidad de 28.100 kilómetros por hora a solo 26 kilómetros por hora.
Dicho sistema es esencial en el amerizaje, pues, de mantenerse la velocidad, podría resultar en una tragedia, por lo que el funcionamiento de los paracaídas es precisamente el encargado de hacer que la rapidez del descenso disminuya.
Tras el amerizaje de la cápsula, una nave de SpaceX la recuperó y la izó a bordo. Fue hasta entonces que los astronautas pudieron volver a respirar el aire terrestre por primera vez en meses.
La tripulación, que realizó numerosos experimentos científicos durante su estancia en la estación espacial —incluido el estudio del crecimiento de las plantas, cómo reaccionan las células a la gravedad y el efecto de la microgravedad en los ojos humanos—, volará ahora a Houston para reunirse con sus familias.
Su regreso, cabe resaltar, marca el final de la décima misión de rotación de tripulación a la estación espacial bajo el Programa de Tripulación Comercial de la NASA, que fue creado para suceder a la era del Transbordador Espacial mediante la asociación con la industria privada.
El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, elogió la exitosa misión: "Nuestras misiones tripuladas son los pilares para una exploración humana de larga duración que expande los límites de lo posible", afirmó en un comunicado.
McClain dijo que su despedida de la EEI fue "agridulce" porque podría no regresar nunca: "Cada día, esta misión depende de personas de todo el mundo", escribió en X.
La NASA dijo el mes pasado que perdería alrededor del 20 por ciento de su fuerza laboral, alrededor de 3.900 empleados, debido a los recortes impuestos por el amplio esfuerzo del presidente estadounidense Donald Trump para recortar la fuerza laboral federal.
Mientras tanto, Trump ha priorizado las misiones tripuladas a la Luna y Marte.
El lanzamiento de la Crew-10 al espacio en marzo permitió que dos astronautas estadounidenses regresaran a casa después de estar inesperadamente atrapados a bordo de la estación espacial durante nueve meses.
Cuando se lanzaron en junio de 2024, se suponía que Butch Wilmore y Suni Williams solo pasarían ocho días en el espacio en una prueba del primer vuelo tripulado del Boeing Starliner.
La nave espacial, sin embargo, desarrolló problemas de propulsión y se consideró no apta para regresar, dejándolos en el espacio por un período indefinido.
La NASA anunció esta semana que Wilmore ha decidido retirarse después de 25 años de servicio en la agencia espacial estadounidense.
La semana pasada, los astronautas estadounidenses Zena Cardman y Mike Fincke, la japonesa Kimiya Yui y el cosmonauta ruso Oleg Platonov abordaron la EEI para una misión de seis meses.