Reviven costumbres ancestrales para garantizar producción de vino en Chile
Los Valles de Colchagua y Cachapoal, tierra de la carmenere, el cabernet Sauvignon y el merlot, son ahora una de las regiones de mayor producción.
Pero, después de una década de sequía, los viticultores han tenido que aprender a vivir con menos agua y recurrir a métodos antiguos que ya incluso habían olvidado.
En la actualidad, las parras del Valle de Apalta en la Viña Montes, crecen respaldadas gracias a una enorme cubierta vegetal que facilita la disminución de la erosión y la compactación del suelo y de paso, favorece la proliferación de organismos naturales que combaten las plagas.
Los vinicultores utilizan menos cantidad de agua y de fertilizantes con el propósito de resguardar la tierra y aunque las uvas han resultado de un menor tamaño, dan constancia de su alta calidad.
Otro método tradicional, es el uso de una composta preparada con estiércol de caballo y los residuos de un hotel ubicado en la población Peralillo.
Información suministrada por Agencia AFP