Aficionados de selección de fútbol acusan a las autoridades de su país de pretender copar el estadio sólo con sus simpatizantes para evitar cánticos en contra del Gobierno
A pocas horas del primer partido en Kenia de un torneo africano de fútbol, numerosos aficionados acusan a las autoridades, muy criticadas desde hace meses, de tratar de llenar el estadio sólo con sus simpatizantes para evitar cánticos hostiles.
El partido del domingo en la capital Nairobi entre la selección de Kenia y la República Democrática del Congo no promete ser, sin embargo, el partido del año.
Aunque los "Leopardos" congoleños son considerados una potencia continental, los "Harambee stars" ("estrellas unidas") kenianas nunca han ganado un título.
El encuentro en cuestión corresponde al Campeonato de África de Naciones (CHAN), en el que sólo pueden participar jugadores que militen en su propia liga doméstica, lo que excluye a los mejores jugadores que militan en Europa u Oriente Medio.
Pero nada de eso ha logrado enfriar el ardor de los aficionados kenianos. Más aún porque el torneo, organizado entre Kenia, Uganda y Tanzania, se presenta como un ensayo general antes de la Copa de África, el gran evento del fútbol africano, que se disputará en esos tres países en 2027.
Pero desde hace unos días la incomprensión por la no posibilidad de acompañar al equipo reina entre los aficionados kenianos.
El viernes por la tarde aún era posible adquirir entradas para el partido inaugural del torneo en Tanzania, donde el equipo local se enfrenta el sábado a Burkina Faso, según el portal de venta que muestra el cartel de 'completo' desde hace días para el choque en Nairobi el domingo.
El estadio de Kasarani, que albergará el Kenia-RDC, dispone de una capacidad para 48.000 personas.
Sin embargo, "no hemos encontrado a ningún aficionado que haya podido comprar una boleta", contó sorprendido a la prensa un periodista deportivo keniano, que relaciona la situación con una presunta vertiente "política" del caso.
Kenia vive desde hace más de un año una ola de protestas contra William Ruto, que aspira a su reelección en 2027. El presidente keniano es señalado como responsable de la corrupción que azota al país y de las violencias policiales en las manifestaciones antigubernamentales.
En marzo, "la última vez que Kenia jugó en casa, contra Gabón, hubo muchos cánticos contra el gobierno", recuerda el periodista deportivo.
El ejecutivo, por "miedo" a que se repita esa situación en una competición internacional organizada sobre su suelo, habría secuestrado las entradas, asegura.
Una opinión compartida por el medio digital PropesaTV, para la que las entradas han ido a manos de "afines al gobierno", estima en X que serán llevados al estadio el domingo en autobuses desde Kibera.
Kibera, cabe resaltar, forma parte de la periferia de Nairobi y es visto como un sector menos hostil al presidente.
El presidente de la Federación Keniana de Fútbol, Hussein Mohammed, declaró no ser competente sobre la cuestión, afirmando que la boletería para la CHAN corresponde a la CAF, Confederación Africana de Fútbol.
La semana pasada, Nicholas Musonye, del comité organizador, declaró ante el parlamente keniano que "la situación actual del país, con las manifestaciones de jóvenes, supone un riesgo potencial que puede afectar a la seguridad del torneo".