La dramática historia de una exestrella de la NBA que está en cuidados intensivos a la espera de un trasplante de corazón
Un nuevo drama rodea a la National Basketball Association (NBA) luego de conocerse que una exfigura de la liga más importante de baloncesto se encuentra en una lucha que podría costarle la vida.
Se trata del expivot Scot Pollard, quien durante más de una década brilló en la NBA con su imponente altura de 2.11 metros y quien logró alzar un anillo de campeonato en 2008 cuando jugaba para los Boston Celtics.
Ahora, al exestrella de la NBA, se encuentra en una lucha contrarreloj para poder salvar su vida: la búsqueda de un trasplante de corazón, lo complicado de la situación es que el órgano que reciba tiene que ser particularmente grande y fuerte para poder funcionar correctamente en el cuerpo del exdeportista.
Según lo informado, Pollard necesita un trasplante de corazón “una situación ya de por sí terrible que se complica aún más porque pocos donantes pueden proporcionarle un corazón lo suficientemente grande y fuerte como para suministrar sangre a su cuerpo extragrande (2,11 metros y 126 kilogramos)”.
Su estado de salud ha estado cada vez más en declive, al punto de que fue admitido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville.
Desde ahí, el expivot de los Boston Celtics espera, sin mucha esperanza, el corazón que podría salvarle la vida, pero que, debido a la rareza de encontrar un donante compatible, hace casi imposible tener un panorama positivo.
La familia de Pollard ha compartido que la mitad de sus hermanos y su padre, quien falleció a los 54 años, comparten esta condición genética.
El exdeportista, quien jugó para equipos como: Sacramento Kings, Indiana Pacers, Detroit Pistons, Boston Celtics y Cleveland Cavaliers le comunicó a The Associated Press que se quedará en cuidados intensivos “hasta que tenga un corazón. Mi corazón se debilitó. Los médicos están de acuerdo en que esta es mi mejor oportunidad. Necesitamos un trasplante”.
“Está fuera de mis manos. Ni siquiera está en manos del médico. Depende de las redes de donantes (…) No pueden predecirlo, pero confían en que recibiré un corazón en semanas, no en meses”.
El problema genético que padece Pollard fue desencadenado por un virus que contrajo en 2021, lo que hace que su corazón lata 10.000 veces al día.
La exestrella de la NBA contó en una entrevista radial recientemente que hace un año le implantaron un marcapasos, lo que lo hace sentir como “si estuviera caminando cuesta arriba todo el tiempo. No se ven muchos viejos de más de 2,11 metros de altura caminando por ahí”.
“Lo he sabido toda mi vida, solo porque lo tenía grabado en mi cerebro cuando tenía 16 años, que sí, ser alto es genial, pero no voy a llegar a los 80”, añadió.
El panorama para el exatleta es incierto, debido a la rareza que debe tener el corazón del donante para que el cuerpo de Pollard lo reciba y funcione a la perfección en su cuerpo.