Marcó un hito en la historia del fútbol y ahora conduce Uber para ganarse la vida

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Marcó un hito en la historia del fútbol y ahora conduce Uber para ganarse la vida

Hakan Sukur Turquía
La vida del autor del gol más rápido en la historia de los mundiales dio un inesperado y triste giro.

La vida de Hakan Sukur, el futbolista que se aseguró un puesto en la historia del fútbol al convertir, en 2002, el gol más rápido en la historia de los mundiales, dio un giro inesperado y triste.

Sukur, a quien solo le bastaron 11 segundos para escribir su nombre en los libros de historia deportiva, reveló que pasó de tocar la gloria a conducir Uber muy lejos de su país natal y por motivos tanto increíbles como inusuales en el mundo del balompié.

El exfutbolista contó su historia luego de cinco años de una vida poco común para una estrella del deporte.

Luego de unirse al partido político de Recep Tayyip Erdoğan, actual presidente turco, el fútbol y el balón fueron cambiados por corrupción y relaciones políticas rotas, lo que terminó en su renuncia al AKP.

Una vez afuera del partido, Sukur denunció que fue perseguido hasta el punto en que congelaron sus activos y tuvo que huir a Estados Unidos en 2015. En Turquía quedó su vida y su padre que fue encarcelado y posteriormente liberado por padecer cáncer.

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Ya en Estados Unidos, el exfutbolista abrió una cafetería que poco después de su inauguración tuvo que ser cerrada al enterarse que uno de sus fanáticos fue encarcelado por tomarse una foto junto a él.

“Cuando regresó a Turquía, descubrieron la foto en su teléfono móvil y lo encerraron en la cárcel durante 14 meses", dijo el exdelantero.

Desde ese entonces, el anotador más rápido de una Copa Mundial se gana la vida conduciendo Uber y vendiendo libros en Washington.

"Estoy empezando a trabajar ahora. No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo",dijo el exjugador al portal Focus, de Alemania.

Según Sukur, el partido de Erdogan se aprovechaba de su popularidad y tras su salida la situación de salió de control: "Cuando me fui, encerraron a mi padre y todo lo que tenía fue confiscado. Es un momento muy difícil para ellos. Todos los que tienen que ver conmigo tienen dificultades financieras".

Sukur también denunció que aún dentro del partido del mandatario, sus funcionarios no se sienten seguros. "Muchos de ellos incluso transfieren su dinero a los Estados Unidos a pesar de que están del lado del gobierno. Piensan que Turquía ya no es un país seguro y que puede golpearlos en algún momento", añadió.

Este fue el gol que puso a Hakan Sukur en el radar del fútbol mundial:

Redacción NTN24.com


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