El miércoles 6 de julio, el dólar llegó a máximos históricos en países como Chile y Colombia. La moneda chilena fue la que más se depreció en la región: un 2%, subiendo hasta los 1.000 pesos por dólar.
Por su parte, el peso colombiano fue la segunda moneda que más retrocedió con una depreciación de 1,6% frente a la moneda estadounidense. La tasa representativa del mercado lo ubicó en 4,259.86 por dólar, alcanzando un máximo de 4,397 y cerrando a 4.353,50 pesos colombianos.
“La única moneda que se ha devaluado en la misma proporción que la colombiana es el peso chileno, un país que al igual que Colombia afronta un fuerte giro hacia políticas económicas populistas”, advirtió el analista político y financiero Julio César Iglesias.
El jueves 7 de julio, el dólar en Colombia logró su máximo histórico al llegar a los 4.400 pesos colombianos.