“En este momento no tenemos capacidad para devolver plata”: presidente de Viva Air
El pasado lunes 27 de febrero, la aerolínea de bajo costo Viva Air anunció el cierre de sus operaciones “con efecto inmediato”, razón por la que cientos de pasajeros en Colombia y el mundo se vieron afectados por la cancelación inmediata de sus vuelos.
Desde que se conoció la determinación, centenares de viajeros han tenido que pasar largas esperas en los aeropuertos El Dorado, de Bogotá; José María Córdova, de Medellín; Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, y Rafael Núñez, de Cartagena, a la espera de una pronta solución.
No obstante, la situación sigue siendo incierta para más de un millón de personas que tienen tiquetes comprados para viajar con Viva Air en un futuro a destinos nacionales e internacionales.
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Al respecto, Francisco Lalinde, presidente de la compañía, habló en el noticiero de Blu Radio sobre la situación financiera de la aerolínea y la devolución del dinero de los tiquetes comprados.
De acuerdo con las declaraciones de Lalinde, el tema ya se está gestionando con la Aeronáutica Civil de Colombia, no obstante, enfatizó que en este momento la compañía no tiene “capacidad para devolver plata”.
"Esa plata de los tiquetes, si entramos en proceso de liquidación, entran como deudas que tiene la compañía. Estamos en el proceso de la Ley 550 y la primera categoría que determina en materia de respuesta es a empleados", declaró.
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Asimismo, el empresario hizo referencia a la decisión de seguir vendiendo pasajes aéreos sabiendo que se iban a cancelar las operaciones de Viva Air.
“No fue un tema de que estuvimos vendiendo tiquetes. Buscamos desde el jueves pasado hablar con la Aeronáutica y si podíamos continuar o no con la operación. Teníamos que mirar si se estaba acercando a una decisión y estábamos en cierre del flujo de caja. Todo dependía si había o no decisiones dentro del proceso por parte de la Aeronáutica”, agregó.
Finalmente, el directivo resaltó que Viva Air cuenta con un “pequeño flujo de caja” que les permite operar unos siete días.
“No me puedo gastar el dinero para liquidar a los colaboradores en una esperanza que considero falsa de que la Aeronáutica tome una decisión. Llevamos siete meses en ese proceso, no es justo arriesgar el futuro de 1.200 familias”, concluyó.