"La olla está raspada, lo que queda es un ajuste": experto analiza la herencia económica que dejará el gobierno de Luis Arce en Bolivia
Este domingo, Bolivia acudió a las urnas para elegir nuevo presidente y renovar los escaños en el poder legislativo compuesto por dos cámaras.
Se espera que la izquierda, bajo el Movimiento al Socialismo (MAS) que gobernó durante más de dos décadas, sea derrotado en las urnas para darle paso a un gobierno de derecha.
El descontento social durante la última gestión de Luis Arce marcada por la crisis económica ha erosionado socialmente al país del Altiplano.
Antonio Saravia, director del Centro para el estudio de la Economía y la Libertad de la Universidad Mercer, analizó la herencia económica que deja el gobierno de Luis Arce en Bolivia.
“El Movimiento al Socialismo (MAS) deja al país en la ruina y al borde la bancarrota. Las reservas internacionales en dólares habían llegado a 15 mil millones en 2014, hoy tenemos menos de 2 mil millones de dólares. El país no tiene dólares y no tiene como importar combustibles”, dijo Saravia.
“Deja un país quebrado, sin dólares, sin gasolina y sin medicamentos, con una inflación que está bordeando el 25% anualizada”, agregó.
En ese sentido, señaló que “la gente tiene mucha esperanza de que el MAS no vaya a volver a gobernar y que haya un recambio de gobierno”.
“La olla está raspada, lo que queda es un ajuste”, subrayó.
A su vez, indicó que “el próximo gobierno va a tener que ajustar el gasto y eso va a ser doloroso y generar recesión”.
“La economía no va a mejorar mágicamente ni en un mes, ni 100 días, pero es lo que se tiene que hacer para corregir 20 años de mal manejo económico”, añadió.