El Nazareno se arrodilló en "La Lucha", el barrio que superó la violencia del este de Caracas

Una imagen de cristo cargando una pesada cruz, y unos pasos más atrás la de María siguiendo a su hijo, recorrieron los callejones de los barrios La Cruz y La Lucha, al caer la noche de este miércoles santo en el este de Caracas.

Es la procesión del Nazareno que se replica en todas las parroquias de Venezuela, pero cada una con su particularidad.
A la caminata se unen decenas de feligreses, en su mayoría vestidos de morado, con velas, palmas, flores, cantos y rosarios.

Quienes tienen una petición especial o pagan promesa disponen un altar frente a su casa, para que el Nazareno y la Dolorosa se detengan un minuto y hagan una reverencia.
Es común ver en esos altares la imagen del doctor José Gregorio Hernández, declarado beato en días pasados por el papa Francisco.
El Nazareno, cargado en hombros por fieles, hombres y mujeres con bata violeta y capucha, avanza al son de los músicos, todos ellos de la tercera edad.
"Damos las gracias, señor y pedimos por la salud de...": Una mujer declara unas palabras a quien presenta la ofrenda.
También se pide al Nazareno por el barrio. En casi todos los rezos se pide por el barrio como un todo, como una comunidad que aún se lame las heridas de décadas de violencia, pero también de familias separadas por el éxodo.
Cuentan los vecinos de La Lucha que esta imagen del Nazareno ha sido reparada varias veces de balas perdidas de tiroteos del pasado.
La procesión culmina cuando se guarda la imagen en un pedestal custodiado con vidrio en la mitad de la calle del colorido boulevard que cada fin de semana recibe la visita de curiosos que llegan a disfrutar de la gastronomía, la salsa y la parranda que hoy adornan los callejones.
Aquí el Nazareno vigila los 365 días del año.