Encuentran en Portugal al perro más viejo de todos los tiempos

Récord Guinness

Encuentran en Portugal al perro más viejo de todos los tiempos

Bobi, el perro más longevo jamás registrado (Guinness Records)
La historia de Bobi es sorprendente, cuando nació iba a ser condenado a morir, sin embargo, un "milagro" lo salvó.

Menos de un mes duró la corona del “perro más longevo del mundo” para Spike, el chihuahua estadounidense que se llevó un récord Guinness en enero.

La compañía dedicada a reconocer los hitos más importantes en el planeta se encontró con un nuevo y sorprendente dato: en Portugal aún vive un perro con más de 30 años de edad.

Se trata de Bobi, un perro que residente en en la aldea rural de Conqueiros, en Leiria, junto a la familia Costa.

Bobi, que nació el 11 de mayo de 1992, se convirtió en los últimos días en el perro más longevo de todos los tiempos, se llevó el diploma de portador de un Guinness Record.

Lo sorprendente es que, según la página web de Guinness, “Bobi es un Rafeiro do Alentejo de pura raza, una raza de perro guardián de ganado con una esperanza de vida media de 12-14 años”.

Además de Spike (el segundo perro vivo más longevo), Bobi también superó a Bluey, quien ostentaba el récord del perro más viejo jamás registrado era bluey (1910-1939) con 29 años y 5 meses.

En 1992, Bobi fue registrado en la Câmara Municipal de Leiria, lo que fue suficiente para confirmar su fecha de nacimiento.

VEA TAMBIÉN → Un perro rescatado se convirtió en el más longevo del mundo

La historia de Bobi no deja de ser sorprendente, pues apenas nació iba a ser condenado a morir.

"Por desgracia, en aquella época era considerado normal por las personas mayores que no podían tener más animales en casa [...] enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran", explicó su dueño.

Leonel, de 30 años, relató que los demás hermanos de Bobi fueron sacrificados, sin embargo, el “perro récord” se camufló entre la madera y logró salvarse.

Por varios días Leonel y sus hermanos decidieron mantener en secreto la existencia de Bobi.

"Sabíamos que cuando el perro abriera los ojos, mis padres ya no lo enterrarían", dijo Leonel. "Era de conocimiento popular que este acto no podía ni debía hacerse".

Al final, Bobi sobrevivió y se convirtió en uno más de la familia.


Temas relacionados:

Más noticias