La revista británica The Economist, reconocida por su análisis profundo de la economía y las relaciones internacionales, presentó recientemente un informe en el que clasifica a los países más ricos del mundo en 2025.
Lo innovador del estudio es que no se basa únicamente en cifras económicas tradicionales, como el Producto Interno Bruto (PIB) total, sino que utiliza una metodología más detallada para reflejar la verdadera riqueza de cada país.
Este ranking considera tres factores clave para determinar el nivel de riqueza:
- PIB per cápita nominal: mide el ingreso anual promedio por habitante, calculado en dólares según el tipo de cambio actual.
- Paridad de poder adquisitivo (PPA): ajusta ese ingreso considerando el costo de vida en cada país, reflejando cuánto puede realmente comprar una persona con ese dinero.
- Productividad laboral: introduce el tiempo de trabajo como variable, evaluando cuánta riqueza se genera en relación con las horas trabajadas.
Gracias a esta fórmula integral, el ranking no solo muestra qué países tienen más dinero, sino cuáles logran combinar ingresos altos con eficiencia económica.
Los 10 países más ricos del mundo en 2025
- Suiza – Más de 100.000 USD de PIB per cápita
- Singapur – Aproximadamente 90.700 USD
- Noruega – 86.800 USD
- Estados Unidos – 80.400 USD
- Catar (Qatar) – 76.000 USD
- Dinamarca – 74.500 USD
- Luxemburgo – 72.800 USD
- Países Bajos (Holanda) – 70.600 USD
- Suecia – 68.200 USD
- Alemania – 66.500 USD
Estos países destacan no solo por sus ingresos, sino por su capacidad de gestionar recursos, mantener altos estándares de vida, y lograr altos niveles de productividad con jornadas laborales más cortas y eficientes.
¿Y los países más pobres?
El estudio también menciona a las naciones con menor desempeño económico. Entre ellas, Burundi aparece como uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso per cápita que no alcanza los 300 dólares anuales, según datos adicionales citados por la revista Diners.
Las razones detrás de esta situación son múltiples:
- Conflicto armado prolongado
- Instituciones frágiles
- Baja inversión extranjera
- Dependencia de la agricultura de subsistencia
Además, su economía depende en gran medida de productos como el café y el té, lo que lo hace vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional y limita sus posibilidades de crecimiento sostenible.