Así cambian nuestras decisiones cuando hablamos una lengua extranjera
El cuento corto
¿Usted sacrificaría a una persona para poder salvar a 5? La respuesta a esa pregunta podría cambiar si está hablando en su lengua materna o en un segundo idioma. Es lo que encontró el psicólogo Boaz Keysar cuando le presentó este dilema a más de 700 personas bilingües:
“Si le preguntas a la gente si matarían a una persona para que 5 otras personas puedan vivir, la mayoría responderá que no. Pero cuando le hacemos la misma pregunta en una lengua extranjera que conocen bien, el doble de las personas están dispuestas a sacrificar a 1 personas para salvar a 5”, explica el profesor de la Universidad de Chicago.
Es decir, en una lengua extranjera más personas están dispuestas a tomar decisiones utilitarias, que beneficien a la mayoría. Según los investigadores esto se debe a que los idiomas que aprendemos más tarde en la vida, en contextos como las aulas de clase, no suscitan una respuesta tan emocional, como podría ser el caso con una lengua materna que forma parte de nuestra cultura y crianza. Esto permite evaluar dilemas morales con una cierta distancia emocional.
Estudios han demostrado que este desapego emocional también hace que en una lengua extranjera la gente esté más dispuesta a tomar riesgos económicos beneficiosos. Todo esto podría tener amplias repercusiones para la economía, la política y la diplomacia.
“Consideremos Wall Street, o los mercados financieros de los EE. UU. ¿Cuántas personas, que no hablan inglés como primer idioma, compran y venden acciones allí?,” comenta Keysar. “Muchos diplomáticos también usan el inglés como lengua extranjera. En el Parlamento Europeo se hablan alrededor de 24 idiomas pero el inglés es el idioma más utilizado para comunicarse entre personas que no comparten la misma lengua materna”, añade.
El idioma incluso podría afectar la resolución de conflictos. Antes que se desatara la guerra entre Israel y Hamás en 2023, Keysar y sus colegas habían estudiado el uso de una lengua franca, como el inglés, en la búsqueda de soluciones entre israelíes y palestinos.
“Comúnmente se cree que usar una lengua franca es beneficioso porque nadie tiene ventaja o desventaja. Pero cuando le presentamos una propuesta de los palestinos a los israelíes en inglés y en hebreo, los israelíes pensaron que la propuesta en hebreo, su lengua materna, era mejor. Las propuestas eran exactamente iguales, pero la que estaba escrita en hebreo elevaba las emociones positivas para ellos”, explica el profesor Keysar.
Aún queda mucho por investigar en este ámbito, pero expertos como el profesor Keysar esperan que sus hallazgos nos ayuden a tomar decisiones más informadas.