Retos de Internet amenazan las vidas de los más pequeños
El cuento corto
La Internet está llena de retos que invitan a los usuarios a publicar videos de actos graciosos, arriesgados y hasta dolorosos.
Uno de ellos es el desafío del balde, donde la gente se echa un cubo de agua helada encima con el propósito de concientizar sobre la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa. Pero no todos los retos en Internet tienen intenciones tan nobles.
Recientemente, se viralizaron videos en TikTok que incitan a los adolescentes a robar autos de la marca Kia y Hyundai. En la ciudad de Los Ángeles solamente las autoridades reportan que los robos de estos carros aumentaron en un 85% en comparación con el año anterior.
Son muchos los reportes de hospitalizaciones y hasta muertes asociadas a los desafíos de las redes sociales. Uno de ellos, por ejemplo, alienta a los jóvenes a tomar cantidades peligrosas de antialérgicos con el fin de tener alucinaciones. Otro, que se ha dado a conocer en Tik Tok como el Blackout Challenge o el desafío del apagón, consiste en aguantar la respiración hasta perder la razón.
"Eric, mi hijo, murió en abril de 2010 de lo que en ese momento se conocía como el juego de la asfixia. Entonces, este reto ha existido desde mucho antes de Internet. Pero las redes sociales han permitido que se propague como la mala hierba", explica la trabajadora social psiquiátrica, Judy Rogg.
"Los cerebros de los adolescentes no están del todo desarrollados. Y se les hace muy difícil medir las consecuencias de sus acciones. Esa función ejecutiva no se desarrolla completamente hasta los 25 o 30 años, de acuerdo a algunos estudios", agrega.
Plataformas como TikTok y YouTube aseguran que prohiben los retos peligrosos. Pero a diario individuos ven este tipo de videos circulando libremente y los reportan. Mientras este siga siendo el caso, la educación es clave.
Es por eso que Rogg diseñó un currículo para ayudar a padres, jóvenes y educadores a enfrentar estos desafíos de Internet. Varios gobiernos también tienen páginas dedicadas a este tema. Y es que saber diferenciar entre un reto divertido y seguro y uno peligroso, es cuestión de vida o muerte.