"Nuestro país está muy feo, quiero comer, descansar, y una mejor vida para mí y para mis papás": Karlianis, una niña venezolana que logró entrar a EE. UU.
Fin del Título 42
A horas de que expire el Título 42, norma sanitaria de emergencia puesta en marcha durante la pandemia de Covid-19 bajo la administración Trump, al menos un millar de migrantes permanece en campamentos improvisados en varios puntos limítrofes del lado mexicano esperando que culmine la medida para poder movilizarse a suelo estadounidense.
Salvo que se interponga un recurso legal de último minuto, la medida expirará a las 11:59 p. m., hora del este, del jueves 11 de mayo.
Sin embargo, el Gobierno de Joe Biden ha desplegado 1.500 militares en la frontera sur de Estados Unidos para contener al éxodo adosado en la demarcación.
Muchas son las historias de hombres, mujeres y niños desplazados de sus respectivos países por la situación política, económica y social.
Caminar por zonas peligrosas, como la selva del Darién para atravesar Centroamérica hasta llegar a México, supone un esfuerzo titánico, que tiene como único consuelo llegar a Estados Unidos para echar a andar un mejor futuro.
Esto es algo que tiene claro Karlianis, una niña venezolana que logró llegar a territorio estadounidense luego de una larga travesía.
"Quiero un apoyo, porque nuestro país está feo, si tienes cuatro niños, no alcanza ni para un paquete de arroz (...) Quiero entrar a los Estados Unidos para estar bien, para dormir, descansar. Vengo con mi mamá, mi abuelita y mi papá", dijo la menor.
Esta historia surge un día después de que Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se pronunciara sobre lo que consideró como “el inminente colapso migratorio” en la frontera sur de EE. UU., luego de que quede erradicado el Título 42.
"Anticipamos un aumento en la llegada de migrantes a partir del fin del Título 42 (...) Hay funcionarios en el terreno en donde se llevaban a cabo las colaboraciones para cumplir la misión", expresó Mayorkas ante los medios de comunicación.
"Los contrabandistas han llevado información falsa de que la frontera estará abierta, pero quiero decirle a la gente que piensa en venir que a los contrabandistas solo les importan sus ganancias, no les crean, no arriesguen su vida ni sus ahorros para ser expulsados de Estados Unidos", continuó.
Para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los migrantes menores de edad "corren el riesgo de sufrir hambre y frío en su trayecto, de padecer enfermedades, sin tener acceso a servicios de salud, de ser explotados por el crimen organizado y de ser detenidos, además de otros tipos de violencia".
"La creciente presencia de niños y niñas es una nota distintiva de las crisis humanitarias migratorias en el mundo. Se trata de un fenómeno estructural que precisa políticas públicas apropiadas", argumenta Unicef.
Cabe mencionar que, cuando los niños migrantes no acompañados intentan cruzar la frontera a Estados Unidos, son eventualmente detenidos y puestos bajo custodia por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
Dependiendo de los contextos en los que llegan, son puestos a disposición de las autoridades de infancia, algunos permanecen con sus padres y otros se quedan en territorio estadounidense a pesar de que sus padres son deportados.