Han pasado cuatro años y casi 8 meses desde aquel lamentable día de San Valentín en el que Nikolas Cruz ingresó a la que había sido su escuela secundaria en Florida, y mató a 17 personas, entre alumnos y profesores. Cruz confesó los hechos y nunca quedó en duda de que fueron planificados.
Muchos se preguntaron si sus acciones merecen pena de muerte o prisión perpetua. Doce jurados escucharon durante meses los argumentos de ambas partes; unos intentando comprobar que Cruz tuvo una vida difícil y que sus problemas mentales lo llevaron a realizar la matanza, mientras los otros intentaron demostrar que el crimen fue meticulosamente planeado y que Nikolas Cruz sabía perfectamente lo que hacía.
La Fiscalía pedía la pena de muerte. Entre tanto, la jueza decretó que la sentencia se dictará el primero de noviembre luego de que la abogada de las víctimas que sobrevivieron pidiera que se escucharan sus testimonios
Redacción ntn24.com