El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo hace de nuevo. Mientras celebraba la Cumbre del G20 en Río, en Naciones Unidas su gobierno rechazó condenar los asesinatos de mujeres y niñas promovidos por el régimen de los ayatolás en Irán.
Al menos 77 democracias en el mundo respaldaron una resolución de la ONU condenando los abusos de derechos humanos en Irán. Incluso izquierdistas como México, Chile y Colombia se sumaron a esta declaración. La delegación de Brasil no lo hizo.
Lula se opone a condenar los crímenes y torturas de Teherán. Cree que se debe favorecer “el diálogo constructivo” con los terroristas perseguidores de mujeres. La misma narrativa promovida en relación a las tiranías de Venezuela, Rusia y Cuba.
La doble moral de Lula no tiene límites. Brasil ha comparado el conflicto en Gaza con el genocidio de Hitler. Un ataque duro, vergonzoso y totalmente innecesario hacia Israel. Ahora elogia a Irán por recibir a refugiados afganos en su territorio.
Luiz Inácio Lula da Silva ha tenido una errática y contradictoria política exterior. Pide que se repitan elecciones en Venezuela, llama genocida a Israel, defiende a Hamás y apaña la brutalidad de Putin contra Ucrania. Todos hechos repudiables, en especial viniendo del actual Presidente del G20 y la democracia más grande de América Latina.
Al lado de Hamás. El Ministerio de Exteriores de Brasil emitió un comunicado condenando el aniquilamiento de Ismail Haniyeh, uno de los terroristas más buscados a nivel global y principal figura de Hamás. “Brasil condena enérgicamente el asesinato del Jefe de la Oficina Política de Hamás, Ismail Haniyeh”, reclamó el gobierno de Lula.
Lula un amigo y defensor del régimen de Irán. Durante la toma de posesión del presidente persa, Masoud Pezeshkian, el Vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, celebró los 120 años de relación bilateral con Teherán. El vicemandatario se sentó en primera fila junto a representantes de Irán, Hamás y Hezbolá.
Lula ha sido declarado persona non grata, tras comparar los esfuerzos de autodefensa de Israel con el Holocausto provocado por Hitler. “Ha cruzado una línea roja”, afirmó el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, quien señaló que “Israel está luchando para defenderse y asegurar su futuro hasta la victoria total”.
Lula también es admirador y defensor de Vladimir Putin. El líder de Brasil ha pedido a Ucrania que rinda su soberanía y que seda territorio patrio al agresor ruso. Estados Unidos criticó esta postura como una mera repetición de la propaganda rusa y Europa lo reprochó por poner en igual condición al agredido y al agresor.
Repetir las elecciones en Venezuela hasta que gane el tirano. El presidente Lula ha pedido que ante la derrota electoral de Nicolás Maduro se repitan las elecciones, pese a la diferencia de más de 30 puntos porcentuales frente al presidente electo Edmundo González Urrutia.
El negocio de médicos cubanos. Otros lamentables actos de política exterior de Lula incluyen su respaldo y financiación a la esclavitud moderna de los médicos cubanos, sus ataques a la hegemonía del dólar y su alianza con el tirano de China, Xi Jinping.
El escandaloso silencio de Lula y el Partido de los Trabajadores sobre los asesinatos y violaciones a los derechos humanos de las mujeres y niñas en Irán son aberrantes y peligrosos. Minimizan el crimen y protegen a los criminales.
Afortunadamente el pueblo de Brasil ha descubierto quien es Lula y el PT. El partido rojo fue derrotado en las urnas en los comicios municipales y el cambio ha comenzado. Soplan vientos de esperanza. Enhorabuena para Brasil.