El Presidente Andrés Manuel López Obrador quiere abrazar al dictador de Nicaragua. México ha pasado de retirar a su embajador por conflictos bilaterales a llamarlo a Ortega un hermano, extender su apoyo económico y acercarse a un ejército responsable de 350 asesinatos de hombres y niños.
En septiembre de 2021 Ortega llamó al embajador de México, Gustavo Cabrera, “golpista, entrometido y servil” y le instó a poner fin al “lamentable camino” de “vanidades, servilismos y lacayismos”. AMLO se molestó, pero jamás rompió relaciones con el tirano.
En 2022 AMLO nombró a otro embajador, el veterano periodista Guillermo Zamora. Se mantuvo una relación de bajo perfil con Nicaragua, cautelosa y silenciosa, ante un estado que expulsa diplomáticos y asalta embajadas a diestra y siniestra.
En 2023, e incluso el 3 de abril de 2024, México se sumó a las resoluciones aprobadas por unanimidad en la OEA en contra de Ortega. No lo defendieron, ni a él ni a sus crímenes de lesa humanidad.
Tras el choque diplomático entre México y Ecuador, el régimen de Daniel Ortega fue el único que rompió relaciones con Quito y expresó su respaldo total y absoluto al gobierno de México. Un gestó radical que generó un giro de 180º en la relación con Nicaragua.
El 8 de abril México anunció que estaría apoyando 8 proyectos al “hermano” Daniel Ortega. Las áreas de cooperación con el régimen incluyen agricultura, medio ambiente, gestión de riesgo y desastres. Un hecho sin precedentes tras la masacre de abril de 2018.
Amor con amor se paga. AMLO también solicitó al Senado de México el envío de 73 militares armados de alto y mediano nivel para participar en el desfile del Ejercito de Nicaragua. Las mismas fuerzas armadas que sofocaron las protestas con fusiles Dragonov.
AMLO es el Mariachi de las dictaduras. En 2023 otorgó al tirano de Cuba, Miguel Diaz-Canel la orden Águila Azteca, la máxima condecoración que México concede a un dignatario extranjero. Un hecho vergonzoso de clase mundial.
López Obrador también ha apoyado la esclavitud moderna promovida por Cuba. En años recientes destinó cerca de 10 millones de dólares para financiar las brigadas de galenos que la dictadura utiliza para subsidiar su régimen de miseria y represión.
México y la Cumbre de las Américas. En 2022 el Presidente López Obrador hizo un berrinche diplomático. No asistió a la Cumbre de las Américas en Estados Unidos porque no se invitó a los tiranos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Defensa del correísmo y Jorge Glas. AMLO también entró en un conflicto gratuito con Ecuador para defender al prófugo de la justicia Jorge Glas. Su admiración ciega por dictadores corruptos como Rafael Correa siguen manchando la reputación mexicana.
La renovada relación de López Obrador con Ortega evidencia lo susceptible que es al elogio, la lisonja y el aplauso. No importa que Ortega lleve 17 años en el poder, que haya asesinado a 350 personas y arrebatado la nacionalidad a otras 300.
Mal hace el gobierno de México al respaldar y legitimar a la dictadura de Daniel Ortega. El pueblo de este país debe ver en Nicaragua un espejo de muerte, miseria y corrupción. Un salto al precipicio y un callejón sin salida del que resulta difícil escapar. Ojalá y aprendan de nuestros errores.