Por: Beatrice E Rangel
Itamaraty como el mundo conoce al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil fue considerado como una de las mejores instituciones ejecutoras de política exterior del mundo compitiendo con la Foreign Office del Reino Unido, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el Gaimu-shō del Japón o el Ministerio Chino de Asuntos Exteriores.
Y la fama fue muy bien ganada ya que desde la independencia hasta bien entrado el siglo XX Itamaraty logró cubrir con el manto protector del Tratado Amazónico las fronteras consolidadas en el siglo XIX por el Barón de Rio Branco, establecer un liderazgo en la ONU y manejar los equilibrios de poder entre Estados Unidos y Europa en beneficio de sus intereses domésticos e internacionales.
Sin embargo, el advenimiento de las olas tecnológicas y las redes sociales parecieran haber impactado negativamente a la admirada institución. Porque en este siglo no son muchos los tantos que se ha anotado. Itamaraty bloqueó el establecimiento de la ALCA en la región Americana.
Esto pese a que Luiz Felipe Lampreia, uno de sus más distinguidos lideres, logró que se estableciera la autoridad facilitadora del libre comercio mundial como lo es la Organización Mundial de Comercio en dura lucha contra Europa que pretendía que el mundo se manejara con mercados protegidos. Gracias al bloqueo efectivo del proyecto ALCA hoy el PIB Latino Americano aproximadamente asciende a $5.4 millones de millones. De haberse creado el ALCA el PIB Latino Americano sería de $ 20.5 millones de millones.
Durante el mandato de Bolsonaro Itamaraty no invocó jamás el Tratado de Cooperación Amazónica para proteger la selva tropical que ardió en llamas en Bolivia y en Brasil.
Ahora en el viaje a China olvidó decirle a su Presidente que el 58% de las reservas internacionales de China está denominado en dólares y que por lo tanto decir que hay que sacar al dólar de circulación internacional es pinchar el valor de la moneda China.
Ni hablar de las intervenciones presidenciales en torno a Taiwán y a Ucrania. Aparentemente Itamaraty olvidó decirle que para el régimen de Beijing el tema de Taiwán es de carácter estrictamente doméstico y por tanto no le hace ni pizca de gracia que un extranjero se inmiscuya así sea un amigo.
En cuanto a Ucrania se refiere, la inteligencia de Itamaraty como que no le contó a su jefe que el Sr Xi Ji Ping está puesto para ser el pacificador y que su viaje a Moscú simplemente encerraba dos mensajes para Estados Unidos. El primero: “Sigan mandando a la Pelosi a Taipéi y verán como nosotros nos anclamos en Moscú” y el segundo: “Solo China tiene la llave para cerrar el conflicto”. Si Lula hubiese sabido esto probablemente hubiera articulado mensajes que reforzaran los objetivos de China en lugar de lanzar mensajes debilitantes. En fin, pareciera ser que Itamaraty necesita un aggiornamiento.