Carta abierta al Doctor Armando Benedetti: Por Eduardo Battistini
Después de enviarle mi cordial saludo, quiero contarle sobre la Venezuela que hoy lo recibe.
Un país donde reina el hambre, según la última encuesta ENCOVI de la prestigiosa Universidad Católica Andrés Bello, ya la pobreza alcanza un 76.6%.
Un país donde hay una inestabilidad económica que registra los peores índices de inflación, solo para darle un ejemplo, hoy un venezolano necesita ahorrar dos años y dos meses de salario para poder adquirir la canasta básica alimentaria de un solo mes.
Un país donde se violan derechos humanos fundamentales como el derecho a la vida, acceso al agua, a servicios públicos eficientes, a la salud, al voto libre, a la participación política, a la libertad, entre otros derechos económicos y sociales.
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Hoy en día hay más de 300 presos políticos civiles y militares, pero también hay tortura, tratos crueles e inhumanos.
Un país que sufre el peor ecocidio de nuestra historia con la extracción ilegal de oro, que ha cobrado la vida de 32 líderes indígenas y la entrega de nuestra soberanía territorial a grupos irregulares armados.
Un país que tiene 6.8 millones de venezolanos fuera de Venezuela, que para colocarlo es equivalente a la suma de la población de las ciudades de Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena.
Esta Venezuela que lo espera, necesita ser escuchada por Colombia, un país que en el liderazgo del presidente Gustavo Petro ha alzado la bandera de la vida, el respeto a los Derechos Humanos y la paz.
En su agenda en Venezuela me permito sugerirle que tenga espacios para escuchar a los sindicatos de trabajadores, a los gremios profesionales, a los familiares de los presos políticos, pero también de víctimas de violaciones de los Derechos Humanos, a los grupos ambientalistas que han denunciado el Arco Minero, a las ONG’s defensoras de los DDHH, a los medios de comunicación que hoy son víctimas de censura y persecución, a los partidos políticos de la oposición venezolana, a los diputados de la Asamblea Nacional legítima del año 2015, en fin, a los sectores de una Venezuela que clama al derecho a poder elegir en libertad y en democracia.
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El interés de los países democráticos debe tener como prioridad garantizar un contrato social que tenga como objetivos la preservación de la vida en todas sus formas, el respeto irrestricto a los Derechos Humanos, la paz como elemento que conduzca a la sociedad, la igualdad en términos de progreso con una economía productiva que genere riqueza y no desigualdad; una justicia reparadora que sane las heridas históricas.
Eso anhelamos los venezolanos; la única manera de lograrlo es a través de una elección libre y democrática, tenemos la esperanza que Colombia pueda ser pieza fundamental en ese proceso de conquista de derechos de nuestro pueblo venezolano.
Eduardo José Battistini Delgado - Bogotá 29 de Agosto del 2022.