Las renovadas relaciones entre Colombia y Venezuela pueden convertirse en la punta de una nueva dinámica regional en América Latina
Así lo creen algunos académicos que ven en la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño como una suerte de plataforma para el posicionamiento internacional de Nicolás Maduro.
Nicolás Maduro ha ganado notoriedad en los últimos meses, particularmente tras haber ofrecido Caracas como sede de la que ha sido la primera fase de negociaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla del ELN.
En la última década, las relaciones entre los dos países se volvieron primero tensas y luego abiertamente hostiles hasta que se rompieron completamente en 2019 cuando Nicolás Maduro acusó -sin pruebas- a Iván Duque de fraguar un golpe de Estado en su contra.
Ahora, con una América Latina que giró mayoritariamente a la izquierda, Petro dice que quiere priorizar con Venezuela la cooperación económica en la zona de frontera y acercar posiciones en las que prima el diálogo. Críticos de Petro lamentan que no esté denunciando con más claridad las documentadas violaciones a los derechos humanos que lleva a cabo el régimen venezonlano.
¿Cuán profunda puede llegar a ser la relación entre Colombia y Venezuela, y qué efectos tendrá en la región en los próximos meses?
Mariano de Alba, analista político y especialista en relaciones internacionales, habló en Cuestión de Poder de NTN24.