EE.UU.: éxitos y tareas pendientes ante avance de izquierda latinoamericana

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EE.UU.: éxitos y tareas pendientes ante avance de izquierda latinoamericana

Presidente de Estados Unidos, Joe Biden / Foto: EFE
Lea aquí la columna de opinión de Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la OEA y miembro del Cuerpo de Paz de Noruega.

Por: Arturo McFields Yescas, exmbajador ante la OEA y autor fue miembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK)

Estados Unidos logró evitar la expulsión de la oposición venezolana de la OEA y garantizó una condena unánime contra la dictadura de Nicaragua.

El mapa político de América Latina ha comenzado a cambiar y la marea roja de la izquierda lidera las principales economías de la región, incluyendo México, Argentina, Colombia y Chile. Otros países con modelos ideológicos similares, aunque no necesariamente iguales, son Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Perú, Honduras y al menos una docena de países del Caribe, cuyo punto en común es su simpatía por los regímenes de la Habana y Caracas.

Esta nueva y compleja arquitectura política de las Américas representa un gran desafío para la seguridad, la democracia y el Estado de Derecho en el hemisferio, por lo que urge un liderazgo más decisivo de parte de los Estados Unidos.

El año pasado el Secretario de Estado, Antony Blinken, envió un video mensaje de 9 minutos a la Asamblea General de la OEA, muy bien escrito y bien articulado, pero carente de resultados concretos. Este año, las cosas cambiaron. El Jefe de la diplomacia estadounidense viajó hasta América del Sur, se reunió con los Cancilleres y Jefes de Estados de Chile, Perú y Colombia y tuvo un rol exitoso en la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos.

Para el Vicepresidente del Council of the Americas, Eric Farnsworth “la incómoda realidad de la OEA es que el liderazgo de los Estados Unidos sigue siendo fundamental para defender los valores democráticos en la región”. El analista indicó que “en Lima, la diplomacia estadounidense logró desarrollar una resolución unánime condenando a Nicaragua y mantuvo acreditado al gobierno interino de Venezuela. Desde mi punto de vista, ninguna de estas importantes acciones habría ocurrido o podría haber ocurrido sin el liderazgo del Secretario Blinken y los Estados Unidos”.

Para el Director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) en Washington, Ryan Berg, “ambos desarrollos, uno ofensivo y otro defensivo, fueron relevantes en el contexto de una región que gira políticamente hacia la izquierda”.

Liderando en contextos adversos

Para Berg, la agenda de Estados Unidos en América Latina no será un paseo en carrusel, sino un viaje complejo que requerirá de un liderazgo activo en la defensa de los principios y valores democráticos. “Puede haber momentos más polémicos como estos, pero es importante que Estados Unidos siga presionando para defender la democracia y los derechos humanos en América Latina, trayendo consigo a países como Chile que están dirigidos por gobiernos de izquierda dispuestos a criticar a los de su propia calaña, en lugar de involucrarse en una política de doble rasero”.

A mi parecer esta participación exitosa de Estados Unidos en la región debe y pude seguir creciendo, comenzando por llenar las sillas vacías en los países donde todavía no tienen embajadores como Brasil, Colombia, Uruguay, República Dominicana, El Salvador, Bahamas, Haití y principalmente en la OEA donde hace más de un año no tienen un Embajador debidamente acreditado.

La reciente gira del Secretario Blinken por América Latina fue un paso en la dirección correcta. Los encuentros con los Cancilleres y Jefes de Estado de Chile, Perú y Colombia, marcaron un acercamiento estratégico en temas de economía, seguridad y desarrollo sostenible. Hoy más que nunca se requiere de diálogos entre el Presidente Biden y los Jefes de Estado de nuestra región, demostrando que Latinoamérica es importante y que la relación con Estados Unidos sigue siendo esencial para fortalecer la paz, seguridad y prosperidad de nuestro hemisferio.

Liderazgo urgente ante dictaduras establecidas y regímenes autoritarios en ascenso

El liderazgo de Estados Unidos es transcendental y apremiante ante el fortalecimiento de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que gustan de los dólares del “imperio”, pero maldicen los principios democráticos y desdeñan la observancia de los derechos humanos. Aquí no puede haber cheques en blanco.

Por otra parte, el liderazgo estadounidense es urgente ante la amenaza de nuevos regímenes autoritarios en Bolivia, El Salvador, e incluso México.  Los modelos autoritarios basados en reformas constitucionales, militarización de la seguridad e instrumentalización del poder judicial, son parte de una nueva y peligrosa tendencia en ascenso. La robusta y activa diplomacia bilateral y multilateral de Estados Unidos tuvo éxito la semana pasada en la Asamblea General de la OEA, vale la pena tomar nota y seguir haciendo un buen trabajo.


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