Javier Milei inicia su gira por Estados Unidos. Es el primer viaje al exterior desde que fue elegido presidente electo de Argentina en la segunda vuelta de la elección de hace una semana. La escala inicial de Milei fue Nueva York para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, un lugar emblemático para los judios por la relevancia histórica de esta figura en su comunidad.
Por la tarde viajó a Washington donde tiene previsto, según su equipo de trabajo, mantener reuniones con funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional. El objetivo es tender los puentes para la relación diplomática entre los dos gobiernos (Milei asume en menos de dos semanas) y comenzar las conversaciones sobre sus planes económicos para Argentina.
Javier Milei se describe a sí mismo como un liberal libertario y su programa económico y sus propuestas no están necesariamente alineadas con las del mandatario estadounidense Joe Biden. Milei, tras su victoria, recibió la felicitación cuasi inmediata del expresidente Donald Trump y muchos analistas ven más alineación ideológica de Milei con Trump que con Biden.
Apenas se conoció su contundente triunfo el 19 de noviembre, varios medios periodísticos internacionales se refirieron a Milei como el “Trump de las pampas”. Y si bien, en sus trayectorias y propuestas, ambos comparten similitudes, también hay diferencias que hacen cuestionar si, finalmente, el hoy presidente electo de Argentina devendrá en el exponente de la ultraderecha populista que tiene a Trump como máximo referente y cabalga al filo de la democracia.
Sobre esas similitudes, diferencias y dudas, se acaba de publicar un artículo en el diario argentino Clarín.
Su autor es Silvio Waisbord, analista político, académico y director de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos en la Universidad George Washington.