Perú, un país donde nadie quiere hacer política.
Así titula hoy un artículo publicado en el diario El País de España en el que se analiza la complicada situación por la que atraviesa este país andino.
Desde hace dos décadas, los peruanos asisten a un ir y venir de nuevos mandatarios que entran cargados de promesas, reformas y renovación, y salen, la mayoría, acusados o investigados por las autoridades.
Eso, en gran medida, explica la insatisfacción de los ciudadanos con su democracia.
Hace unos días la Corporación Latinobarómetro publicó la nueva edición del informe del mismo nombre, y que cita el artículo, en el que sólo el 8 por ciento de los encuestados dijeron sentirse satisfechos con su democracia, frente a un 91 por ciento que dicen no estarlo. De forma similar, solo el 9% de los peruanos cree que “los partidos políticos funcionan bien”, mientras que el 90% señala lo contrario.
Este preocupante contexto, en otros países, ha sido aprovechado por líderes, movimientos, partidos o agrupaciones para, interpretando esas ansias de cambio, se han lanzado para cambiar las cosas y ofrecer un futuro diferente. En Perú nadie lo intenta seriamente, a pesar de que una inmensa mayoría reclama nuevas elecciones y cambiar a la clase política, ¿por qué?
El autor de este artículo es el periodista Diego Salazar, columnista de este diario y autor de varios libros, entre ellos 'No hemos entendido nada: Qué ocurre cuando dejamos el futuro de la prensa a merced de un algoritmo' (de 2018) o '¿Y ahora qué?', sobre la campaña electoral en Perú.
Diego Salazar, columnista de El País, ofreció una entrevista en Cuestión de Poder de NTN24.