Esta es una de las ambiciosas reformas constitucionales del presidente Andrés Manuel López Obrador que actualmente se debate en el Congreso y que, para ser aprobada, necesita la validación de la mayoría legislativa, por lo que además ha generado en México una batalla de estrategia política entre el oficialista MORENA y los partidos de oposición PRI, PAN, Movimiento Ciudadano.
El Instituto Nacional Electoral (INE) pasaría a ser llamado Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) el cual, en términos generales, busca ser un organismo más austero, con un recorte presupuestal millonario, busca recortar el número de legisladores, magistrados y consejeros, eliminar los institutos electorales locales para concentrar la administración en el ente federal y promover más las consultas populares.
Algunos de los puntos más importantes de la Reforma Electoral:
- Creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC)
Será el único órgano electoral encargado de organizar las elecciones en los 32 estados a nivel federal. Organizaría la totalidad de los procesos electorales de la república, a nivel nacional, estatal y municipal.
- Reducción de consejeros
El INEC estará integrado por 7 consejeros y no por 11 como actualmente sucede con el INE.
El Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial serán los encargados de proponer una lista de perfiles de la que se elegirán a los consejeros a través del voto popular.
- Reducción a financiamiento público
Busca disminuir el presupuesto que el Estado mexicano entrega a partidos políticos el cual ronda en los $11,000 millones MXN en subsidios públicos destinados a las actividades ordinarias de los partidos cada año.
- Bajar umbral para validar revocación de mandato
También se propone que para que el resultado de una consulta de revocación de mandato sea vinculante para las autoridades baste con que participe el 33% de la lista nominal y no el 40%.
Esta discusión, que para algunos es necesaria, ha dado pie a paneles y mesas de análisis entre expertos de la materia y legisladores para definir el futuro del sistema electoral y establecer si la propuesta de reforma lo transformaría en uno más transparente y honesto, como promete el presidente o, por otro lado, atentaría contra la democracia en México, como otros advierten.
En entrevista en Club de Prensa México, María Marván Laborde, exconsejera presidenta del Instituto Federal Electoral (IFE), dijo que el tiempo no es el adecuado; considera que las reformas de una grande envergadura, como considera es la electoral, deben realizarse a principios de la administración presidencial (en los primeros años del sexenio), distinto a este caso, en el que queda apenas más de un año para el inicio de campañas presidenciales en el 2024.
"Las reformas de este calado normalmente se buscan hacer en la primera parte del sexenio para aprobarlas, no en una elección presidencial, como una cuestión que ha sido costumbre, ciertamente no está en ninguna ley específica pero que la prudencia nos dice que ha sido una buena costumbre… ya ahorita no sólo vamos muy tarde en el sexenio, también vamos muy tarde porque la ley dice que a más tardar los cambios legislativos importantes que impacten una elección, deben estar listos al menos 3 meses antes de que empiece el periodo electoral, el cual en México empieza en septiembre del 2023 para poder empezar a preparar la elección”.
La exconsejera presidenta del IFE también aseguró que dicha propuesta, que fue promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador, vulnera los términos democráticos en los que se debería realizar una reforma constitucional dentro del Estado de derecho.
"Esta reforma viene del ejecutivo, no está consensuada ni siquiera con su propio partido, es una imposición del ejecutivo (…) lo que pretende es concentrar el poder y concentrarlo en el ejecutivo, es decir, es profundamente regresiva, profundamente antidemocrática, que vulnera la fortaleza del INE para organizar elecciones que ha demostrado de sobra poderlo hacer bien (...) hay que ahorrar dinero, se podría hacer de otra manera", argumentó Marván Laborde.
Para que dicha propuesta constitucional sea aprobada, es necesario que el oficialista MORENA consolide alianzas con la oposición para que pase en el Congreso; el partido conservador de acción nacional PAN junto a Movimiento Ciudadano han impulsado iniciativas en la Cámara de Diputados para contrarrestar lo que es considerado, uno de los proyectos más ambiciosos del mandatario mexicano.
Zedryk Raziel, periodista de EL PAÍS México, detalla que, de miras a las elecciones presidenciales del 2024 y a la alta probabilidad de que el oficialista MORENA se mantenga en el poder, el PAN contrapropone una reforma electoral en la que exista en México una segunda vuelta o balotaje.
“Parece que en MORENA están muy confiados en que habrá básicamente una sucesión, pero el PAN está intentando acotar todos los medios por los cuales MORENA podría avasallar en las elecciones. Una de ellas es una propuesta de segunda vuelta o balotaje, en la que, si no obtiene mayoría absoluta alguno de los dos principales candidatos en elección, se vayan a segunda vuelta”.