¿Qué dificulta el diálogo entre el Gobierno de Dina Boluarte y los manifestantes en contra de su gestión?
Perú rompió los cinco meses de calma tras el estallido social que puso en vilo el país, luego del frustrado intento de golpe de estado del expresidente Pedro Castillo.
El miércoles pasado, miles de personas salieron a protestar a las calles de Lima, en lo que denominaron como la “Tercera toma de Lima”.
Los manifestantes rompieron el cerco policial ubicado en uno de los puntos del centro histórico y llegaron hasta los exteriores del congreso de Perú, cuyo cierre reclaman desde inicios de año, al igual que la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el llamado a elecciones.
Sin embargo, mientras Boluarte tiene previsto gobernar hasta julio de 2026, la presión social pone a temblar su gobierno a pesar del “acuerdo táctico” con el Congreso para no adelantar las elecciones.
El programa Ángulo analizó la situación política peruana con la presidenta de la Asociación Gamarra Perú, Susana Saldaña; el experto en política y gestión pública, Vlado Castañeda, y el analista y consultor político, Henry Rafael.
Saldaña aseguró que “el gobierno de Dina Boluarte está perdiendo un valiosísimo espacio y tiempo para cambiar las cosas en Perú”.
“Durante los siete meses en el gobierno se ha caracterizado por hacer anuncios que suenan muy bien, pero que no se ha ejecutado nada”, subrayó.
Por su parte, Vlado Castañeda, experto en Política y Gestión Pública, advirtió que los próximos días serán claves para el futuro político del país.
“Esta semana es clave en Perú porque se decida la nueva mesa directiva en el Congreso y el 28, que es el día de la Independencia, la presidenta tiene que dar un mensaje al país”, indicó.
“Más del 80%, según la última encuesta nacional, está a favor de un adelanto de elecciones”, aseguró.
No obstante, Henry Rafael sostuvo que las protestas no han derivado en “una ruptura en la calma”.
Además, señaló que “no hay una movilización masiva de peruanos que haya puesto en una crisis social al Perú”. Aunque advirtió que eso no quiere decir que “la situación política de Dina Boluarte y el Congreso no esté en duda de credibilidad”.