Surgen dos candidatos republicanos para presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos
Los congresistas republicanos Jim Jordan y Austin Scott se presentaron este viernes como candidatos para presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos luego de que el pasado 3 de octubre Kevin McCarthy fuera destituido de su cargo.
Ante ello, los republicanos seleccionaron a Steve Scalise, congresista republicano por Luisiana, para ser el próximo presidente de la cámara baja del Congreso.
Scalise consiguió la nominación 113-99 en una conferencia republicana a puerta cerrada, derrotando al presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes Jim Jordan quien fue elegido por primera vez al Congreso en 2006.
Sin embargo, 36 horas después de que el partido le designara en una votación informal, Scalise se retiró de la carrera. "Esto porque, al parecer, obtendría los 217 votos necesarios en una sesión plenaria en el hemiciclo para conseguir el cargo".
Tras su retiro, los republicanos tendrán que elegir este viernes entre Jordan, un trumpista que ya perdió contra Scalise en la primera votación interna, y Scott, un conservador tradicional opuesto al aborto, al control de armas y al matrimonio entre homosexuales.
"Es un escenario difícil", declaró Scott a los periodistas antes de anunciar su candidatura, precisando que no todos se esmeran en encontrar una solución.
A diferencia de McCarthy y Scalise, Jordan cuenta con la confianza del sector más conservador del partido, ya que pasó la mayor parte de su carrera como un independiente de derecha antes de llegar a la presidencia del poderoso comité judicial.
Jordan, respaldado por Trump, obtuvo sólo 99 votos frente a Scalise, y necesitaría encontrar el apoyo de otros 118 republicanos para ganar la votación en el pleno de la Cámara si vence a Scott en la nominación.
Cabe señalar que la retirada de Scalise sumió al Congreso en un nuevo caos, ya que no puede votar ningún texto, ni siquiera para evitar la amenaza de un cierre del gobierno que se avecina en un mes o para apoyar a uno de los aliados más estrechos de Estados Unidos, Israel, después del masivo ataque del grupo terrorista Hamás.