Consejos desde la perspectiva de la Kabbalah para enfrentar y superar pensamientos y emociones persistentes que nos esclavizan

"Me siento preso de mis pensamientos, no puedo liberarme de este sentir, de este rencor", son algunos de los pensamientos que, según la instructora de Kabbalah Patricia Jurado, afectan sistemáticamente nuestras vidas.
Jurado señala que es común sentirse en una "rueda de hamster", girando continuamente sin encontrar una salida. No obstante, subraya que el primer paso hacia la liberación es "perderle el miedo a la situación caótica mental" y aceptar que uno es prisionero de esos pensamientos. "Al admitir la prisión mental, le quitaste la mitad del peso en tu vida", explica.
La propuesta de Jurado nos insta a encontrar un lugar de silencio para que cada individuo pueda "poner la atención e identificar claramente" cuál es el pensamiento o emoción que le mantiene atrapado. Una vez identificado el problema, la solución empieza con el reconocimiento del mismo: "has hecho la mitad del trabajo", asegura.
El segundo paso en este proceso es entender que estas experiencias están "ahí para enseñarte algo", mencionando que estas situaciones no ocurren "aleatoriamente". Según Jurado, estas emociones son funcionales a nuestro proceso de transformación personal. Solo cuando uno es "esclavo de algo" puede entender la verdadera libertad mental o emocional.
Patricia Jurado también menciona el concepto de identificar "a mi faraón", que simboliza aquello que nos mantiene cautivos. Al reconocer cuál es este factor, nos volvemos capaces de "ejercer nuestra voluntad".
Jurado propone una metodología gradual de transitamiento para desmontar estas emociones y pensamientos tóxicos. Compara el proceso con pelar una cebolla, advirtiendo que se requiere "transitar desde la paz" hasta que "el día menos pensado" esos pensamientos y emociones desaparezcan.